No
regresaron solos
Aun se duda si llegaron al poder de manera legítima o no, si
su triunfo fue producto de las ya conocidas estrategias para hacerle creer a la
opinión pública lo necesario para mantener al homo videns aletargado como
siempre, o si de verdad vivimos un proceso democrático cimentado en
instituciones que garantizaron la limpieza y transparencia del citado
acontecimiento.
Como haya sido, el caso es que no regresaron solos, llegaron
al poder acompañados de una historia reciente que no querían recordar porque al
parecer, siguen sin saber cómo actuar frente a esta.
Los reflectores apuntaron al Pacto por México, a la reforma
educativa, entre otros temas de la flamante agenda nacional, pero nunca hacia
el sur del país, en concreto a las comunidades Chiapanecas identificadas como base
de apoyo del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que irrumpieron
el escenario nacional e internacional el primero minuto del primer día de aquel
1994, con una declaración de guerra al gobierno del presidente Salinas de
Gortari y que se transmitió por una estación de radio llamada en ese entonces
“Radio Zapata” en Ocosingo Chiapas.
En esta ocasión, aprovechando la fecha tan “significativa”,
el EZLN decidió hacer acto de presencia el 21 de diciembre de 2012. De manera pacífica y con un comunicado del
Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) el Sub Comandante apunta: “Es
el sonido de su mundo derrumbándose/ es el del
nuestro resurgiendo/El día que fue el día, era noche/Y noche será el día
que será el día”, el cual si contó con la cobertura para “que todo México se entere” que siguen
ahí, que aun existen, que son una realidad o que son un producto político.
Doce años de silencio mediático lograron que la sociedad
“casi” se olvidara de ellos, aunque en las comunidades donde están asentados
haya actividad social y política con la implementación de los llamados
gobiernos autónomos regulados por las Juntas de Buen Gobierno que forman parte
de los Acuerdos de San Andrés firmados en 1997 durante el mandato del
presidente Zedillo.
Doce años que no fueron requeridos en el escenario nacional
gobernado por el partido blanquiazul, ¿son antagónicos exclusivos del
Revolucionario Institucional?
Aun con las impresionantes marchas, bien documentadas por
los medios en las cabeceras municipales de San Cristóbal, Las Margaritas,
Ocosingo, Altamirano y Palenque, la ingenua polémica que ellos mismos desatan
es ¿por qué aparecen ahora, por qué no permanecieron vigentes en el ambiente
nacional, por qué aceptaron salir de escena si su movimiento es tan legítimo
como cualquier demanda social que requieran los diversos segmento de nuestra
nación?
Independientemente de cómo esté conformado el actual
Gobierno Federal, de los nombres y apellidos de los titulares de los despachos
responsables en atender estas demandas, acaso veremos al hijo de Don Gilberto
con la sensibilidad para resolver este conflicto de antaño y colgarse una
estrella de dimensiones descomunales, logrando la dignidad la justicia y la paz
que demandan las comunidades indígenas del sur del país. Existen dos nombres
que puede legitimar las intensiones del gobierno de llegar a la resolución de
este añejo conflicto, de ser autentico pronto conoceremos la postura de Rosario
Robles y de Paloma Guillen Vicente.