miércoles, 19 de diciembre de 2012

DE TEXTOS


El esperado último día
¿Bueno, qué les pasa a los vecinos del norte? Toda la vida han estado medio dementes pero a últimas fechas la sociedad norteamericana ha sido sacudida por una serie de eventos desafortunados.
El cine en Aurora Colorado, la escuela en Sandy Hook y apenas el 18 de diciembre en Weld Colorado otro asesinato masivo. Su presidente se consterna y dice que tomarán cartas en el asunto. ¿Qué cartas podría tomar?
La constante en los citados casos es que los asesinos son personas jóvenes, que antes de cometer las masacres no presentaban un perfil agresivo y que en la mayoría de los eventos los agresores se suicidaron. Eso no quita que en las sociedades locales, donde suceden los hechos, haya desconcierto y demanden una respuesta, la cual la tienen ellos mismos, no se necesita ser experto en psiquiatría para entender que en todos los casos los agresores presentaban trastornos mentales, es obvia la conclusión. El verdadero problema es la facilidad que los norteamericanos tienen para adquirir armamento sin ninguna restricción y de manera legal. Esto ocasiona que en muchos hogares de los vecinos, además de latas de comida y cerveza tengan armas de diversos calibres. Su argumento, la defensa, ¿de quién se defienden? No se sabe, ¿ qué todos los habitantes de neverland son esquizofrénicos?
El caso es que los representantes del gobierno de las barras y las estrellas se pronuncian y dan la cara antes los medios, con el fin si usted quiere, de mitigar un poco la incertidumbre y empatizar con su pueblo.
En nuestro país, donde la cifra de pérdidas humanas es increíblemente alta, pareciera que nos hemos vacunado contra ese fenómeno haciéndonos más indiferentes. Después de tres años de la tragedia en la guardería ABC seguimos y seguiremos igual. Como sociedad nos consternamos, nos molestamos y en su momento exigimos justicia. ¿A quién? A la clase política, a la sociedad civil ¿A quién?
Los norteamericanos tienen identificados a los asesinos, aunque casi todos suicidados, pero a fin de cuentas una figura responsable para presentar ante los medios, y acá con nosotros, ni siquiera llegamos a eso y menos esperar a que el señor presidente salga a dar una explicación y confortar a sus gobernados.
19 días intensos de acción y comunicación política por parte de la Presidencia de la República nos ha hecho sentir que esto puede cambiar. Primera semana, Pacto por México; resultados...
Segunda semana, Reforma educativa; resultados, con todo y el aval de los tres partidos políticos más fuertes de la nación, rechazada.
Tercera semana, la estrategia de seguridad y el aumento al salario mínimo.
Cuarta semana, fin del mundo y si queda algo después del 21 de diciembre seguirán las vacaciones, las cuales servirán para reforzar la credibilidad y la confianza que se quiere construir alrededor de la silla presidencial. Ojalá que así sea, de lo contrario la sociedad comenzará a perder la esperanza en este nuevo ciclo que acabamos de iniciar.

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