Ni borrón ni cuenta nueva
Sólo le quedan dos días de trabajo a Don Felipe, después del
sábado se convertirá en el desempleado más buscado, con todo y los buenos
deseos navideños que muchos coterráneos le han expresado a través de los medios
gráficos. Eso quiere decir que el hijo de Don Gilberto está listo para entrar
al relevo en la oficina grande.
Los últimos detalles a los preparativos para la toma del
cargo, (excesiva la logística diría yo) a la expectativa medios electrónicos e
impresos, y la sociedad… entre la apatía, la indiferencia y la desolación.
En diferentes espacios de reflexión usted encontrará apuntes
sobre el balance de la gestión saliente y los estudios prospectivos,
especulaciones y hasta presagios de lo que nos espera para el próximo sexenio.
Especialistas de todas las ramas harán patente su opinión generando en la
sociedad un clima de incertidumbre. Es entonces cuando no queda mas que
recurrir a los que conocen del tema para encontrar una explicación a este
momento histórico por el que pasamos todos nosotros.
Robert K. Merton, distinguido sociólogo, identificó
funciones manifiestas y latentes. Las primeras dice que “son consecuencias
objetivas que contribuyen al ajuste del sistema y que son reconocidas y queridas
por los miembros integrantes del mismo”, es decir, un sistema social
funcionalista, donde la mayor parte de su población es víctima de las
confusiones de identidad ocasionadas por el sistema y avalada por los medios
electrónicos, los cuales nos convierten en homo videns ubicados en un estado de
confort que no permite la movilidad del intelecto.
Y las funciones latentes donde los miembros del sistema no
quieren ni reconocen como propias. Dígame usted, ¿Identifica un comportamiento
entre los miembros de nuestra sociedad con estas características? Claro que no,
somos más integrados que apocalípticos, hablando de otro autor (Eco), es por
eso que no será válido esperar que el cambio se genere desde adentro de la
cúpula, el cambio lo debe generar usted, incitando al trabajo, al razonamiento,
al compromiso a la lealtad por las causas que nos permitan crecer como
sociedad.
Ni borrón ni cuenta nueva, nos debemos mucho entre nosotros
mismos, permitimos cosas que otras sociedades no lo hubieran tolerado, nos
dejamos caer en el merito estado de confort, nos perdimos el respeto y nos
desconocimos como coterráneos y ahora que estamos tratando de despertar
motivados por un cambio de poderes es difícil comenzar,
Acaso estamos esperando a que los que acostumbran opinar
decidan qué borrar y qué cuenta abrir.
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