Nosotros
los pobres
Se imagina usted, que un día un funcionario de la Secretaría
de Desarrollo Social SEDESOL, con todos los reflectores encima confirmara lo
que usted sospechaba desde tiempo atrás, ¿Cómo lo tomaría? Como un gesto de
honestidad (aunque la verdad lastime) como un simple foco rojo, como una
aseveración irresponsable de quién asegura tener datos, o simplemente como una
coartada para hacer creer a la sociedad que la administración pasada no hizo bien
su trabajo y que ahora es turno de enderezar el rumbo de la nación.
Ese día llegó y el tema de la pobreza extrema se abordó sin
miramientos. Dentro del marco del “Foro México 2013: Políticas públicas para un
desarrollo incluyente”, un evento organizado por el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), La Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), el subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación
Territorial de la SEDESOL, Javier Guerrero García dijo que en un periodo de dos
años el número de mexicanos que viven en pobreza extrema se incremento.
Ahora tenemos 1.3 millones más de personas viviendo en
pobreza extrema, pasando de 11.7 en 2010 a 13 millones en 2012, si lo compara
usted, el incremento en la cifra equivale a más del total de los habitantes del
Estado de Aguascalientes.
¿Cómo pretende la flamante administración solucionar este
problema? En teoría, (solo en teoría) poniendo en marcha el ya anunciado “Pacto
por México” el cual, dentro de uno de los cinco acuerdos, “Acuerdos para una
sociedad de derechos y libertades” aborda
el tema de la pobreza extrema y propone la creación del Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza.
Entonces, qué pasó, ¿tomó usted nota de lo que presentó el
señor Subsecretario en el citado evento, lo comparó con el “compromiso seis” de
los acuerdos del pacto?
En la presentación del pasado nueve y diez de enero se dieron
a conocer tres ejes que propone seguir esta administración con el fin de
erradicar el problema en comento; garantizar un ingreso, es decir generar
fuentes de trabajo de manera inmediata, vincular las estrategias de política
social para detonar los derechos a la educación, alimentación, cultura entre
otros y por último la inclusión productiva para insertar a las personas a actividades
que sean remuneradas de manera digna, ¿esto se refiere al salario mínimo?
Tal vez al señor Subsecretario se le olvido lo que dice el
pacto con relación al tema o no estamos hablando de la misma pobreza extrema pues
nunca mencionó que el Gobierno Federal solucionará el problema con la creación
del ya citado Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, que según reza
su prosa, pretende eliminar el sesgo asistencial y el uso electoral de los
programas sociales, tendiendo como la más alta prioridad garantizar la
alimentación.
Es decir dos ejes que pretenden eliminan vicios que se
vienen arrastrando desde hace muchísimos años y una necesidad que apremia.
Entonces cuál es la línea que pretende seguir nuestro
gobierno, ¿la generación de empleos o garantizar la alimentación? ¿erradicar la
corrupción o detonar derechos de educación y cultura?
Resta entonces esperar y mantenerse al pendiente de la línea
que pretendan seguir y tomarle la palabra al juramento de los funcionarios
públicos y del Presidente de la República “y si así no lo hiciere, que la
nación me lo demande” o acaso se resignará a seguir cargando con todos nosotros
los pobres.
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