miércoles, 6 de febrero de 2013

DE TEXTOS


Nosotros los pobres

Se imagina usted, que un día un funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social SEDESOL, con todos los reflectores encima confirmara lo que usted sospechaba desde tiempo atrás, ¿Cómo lo tomaría? Como un gesto de honestidad (aunque la verdad lastime) como un simple foco rojo, como una aseveración irresponsable de quién asegura tener datos, o simplemente como una coartada para hacer creer a la sociedad que la administración pasada no hizo bien su trabajo y que ahora es turno de enderezar el rumbo de la nación.

Ese día llegó y el tema de la pobreza extrema se abordó sin miramientos. Dentro del marco del “Foro México 2013: Políticas públicas para un desarrollo incluyente”, un evento organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial de la SEDESOL, Javier Guerrero García dijo que en un periodo de dos años el número de mexicanos que viven en pobreza extrema se incremento.

Ahora tenemos 1.3 millones más de personas viviendo en pobreza extrema, pasando de 11.7 en 2010 a 13 millones en 2012, si lo compara usted, el incremento en la cifra equivale a más del total de los habitantes del Estado de Aguascalientes.
¿Cómo pretende la flamante administración solucionar este problema? En teoría, (solo en teoría) poniendo en marcha el ya anunciado “Pacto por México” el cual, dentro de uno de los cinco acuerdos, “Acuerdos para una sociedad de derechos y libertades”  aborda el tema de la pobreza extrema y propone la creación del Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza.

Entonces, qué pasó, ¿tomó usted nota de lo que presentó el señor Subsecretario en el citado evento, lo comparó con el “compromiso seis” de los acuerdos del pacto?

En la presentación del pasado nueve y diez de enero se dieron a conocer tres ejes que propone seguir esta administración con el fin de erradicar el problema en comento; garantizar un ingreso, es decir generar fuentes de trabajo de manera inmediata, vincular las estrategias de política social para detonar los derechos a la educación, alimentación, cultura entre otros y por último la inclusión productiva para insertar a las personas a actividades que sean remuneradas de manera digna, ¿esto se refiere al salario mínimo?

Tal vez al señor Subsecretario se le olvido lo que dice el pacto con relación al tema o no estamos hablando de la misma pobreza extrema pues nunca mencionó que el Gobierno Federal solucionará el problema con la creación del ya citado Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, que según reza su prosa, pretende eliminar el sesgo asistencial y el uso electoral de los programas sociales, tendiendo como la más alta prioridad garantizar la alimentación.

Es decir dos ejes que pretenden eliminan vicios que se vienen arrastrando desde hace muchísimos años y una necesidad que apremia.

Entonces cuál es la línea que pretende seguir nuestro gobierno, ¿la generación de empleos o garantizar la alimentación? ¿erradicar la corrupción o detonar derechos de educación y cultura?

Resta entonces esperar y mantenerse al pendiente de la línea que pretendan seguir y tomarle la palabra al juramento de los funcionarios públicos y del Presidente de la República “y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande” o acaso se resignará a seguir cargando con todos nosotros los pobres.






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