Un, dos, tres por mi
y por todos los mexicanos
Basta con que uno de nosotros se hinque frente al nuevo
jerarca de la iglesia católica para que la bendición llegue a todos los
mexicanos, basta con que uno de nosotros diga que lo más conveniente para el
país es vender, comprar, esconder, ventilar, presumir, jugar, engañar por le
bien de todos.
Cuando los más pequeños de los mexicano se reúnen a jugar
“escondite”, todos corren y se ocultan donde les guste. El “buscador” comienza
las pesquisas. Unos permanecen en sus guaridas hasta que un valiente corre
hacia la base y los salva a todos. Y así se pueden pasar las tardes y noches
jugando.
Esa sana diversión se convirtió en la juego favorito de
nosotros los pobres y ustedes los ricos. Hasta la fecha lo seguimos jugando y
ya no importa la edad ni los lugares, reflexione usted un poco y verá.
Un, dos, tres por mi y los grupos de autodefensa que
comienzan a surgir por el territorio nacional. Definitivamente esto no está
bien, por el lado que lo quiera ver, ni siquiera el señor Félix Lope de Vega y
Carpio estaría de acuerdo con estas manifestaciones de hartazgo, cansancio y
decepción. ¿Qué hacer ante este escenario? Los afectados sienten que la
autoridad quedó rebasada, que como siempre los grupos indígenas y campesinos
son los más vulnerables a las extorciones y al crimen organizado, que no es
parejo el juego y no se sienten integrados, no los “juntan” y que la única
manera de defenderse es por su propia cuenta.
Javier Ciurlizza director del programa para América Latina y
el Caribe del Crisis Group dijo a la AFP
“Nos preocupan las últimas noticias sobre grupos llamados de autodefensa, que
implicarán un daño aún mayor al Estado de Derecho. Resolver los problemas de
seguridad creando grupos de este tipo, en otros países han provocado muy graves
problemas”
Pero esto no pinta en el juego del “escondite”, no se ve, no
se siente, el pequeños espera ser salvado por su compañero, aunque la
manifestación sea violenta, pareciera que el que salva se olvido de uno de los
jugadores porque está muy ocupado convenciendo al resto a que se integre a la
dinámica.
El valiente rescatador dice que hay muchas cosas por hacer,
que tenemos instituciones sólidas y paraestatales listas para ser detonadas y
convertidas en empresas exitosas. ¿Qué pensaría Tata Cárdenas de esto? Tan
convencido de la nacionalidad del hidrocarburo, “la expropiación de los activos
de las empresas extranjeras que se dedicaban a la explotación del oro negro” al
más puro estilo “Chavista” (con sus asegunes en la cronología de la historia),
causaron y siguen causando impacto en los discursos triunfalistas de todos los
valientes que han jugado al escondite con nosotros… y los que intentaron jugar,
sin tener resultados directos en los bolsillos de los presuntos dueños.
Mientras estamos en el escondite, revise usted la Carta
Magna en su artículo 27, en este se afirma que el suelo y el subsuelo son
propiedad de la nación, es decir las piedras llenas de minerales, las preciosas,
los fósiles y lo que está más abajo… Exacto el petróleo pertenecen a la Nación,
¿Recuerda la fecha de la promulgación de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos? 5 de febrero de 1917, ¿Qué fecha se expropió el
Petróleo? 18 de marzo de 1938. Este evento parece que sólo nos hizo dueño de
los bienes de las empresas extranjeras. Entonces por qué seguir con el discurso
casi mitológico del petróleo, ¿a quién tiene que convencer nuestro valiente
jugador? Nosotros seguimos en el escondite.
Con prisa por hacer creer en el salvamento de todos los
participantes del juego, es fácil toparse con propuestas como la de reforma en
material de telecomunicaciones y todos los “asegunes” que de pronto le
salieron. La bandera, NO AL MONOPOLIO
mediático, apertura a la sana competencia, nuevas estrategias para la
aplicación de los esquemas funcionales de la sociología moderna, todo en orden,
ahora si todos sin excepción seremos rescatados por el “un, dos, tres por mi y
por todos mis compañeros”…
Pero la cosa debe ser pareja, sí la propuesta es para evitar
monopolios mediáticos, por qué se acepta un monopolio en la generación y
explotación de hidrocarburos, un monopolio en la generación de energía
eléctrica un duopolio en asistencia social, un “duopolio + 1 en la
participación política y mas de 100 millones de personas en el escondite
esperando a que el valiente grite de verdad “un, dos, tres por mi y por todos
los mexicanos.
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