Frontera
libre
29 de enero de 2013, el día en que los buenos deseos del
presidente Obama acapararon la atención de los migrantes en su país y de los
que tienen la intensión de serlo y se encentran de este lado de la frontera.
Cada quien entiende lo que le conviene y quiere, eso es un
hecho. ¿Qué es lo que realmente quiso decir el presidente del país que marca la
pauta en América? ¿Qué es lo que quieren que entendamos?
Sus cifras dicen que al día de hoy tienen once millones de
personas que viven en su territorio de manera ilegal, de los cuales seis
millones son mexicanos, si lo compara en densidad poblacional, ni Guadalajara y
su área metropolitana concentra tantos coterráneos.
¿Cuál es la buena nueva para estas personas? En este momento
ninguna, salvo que la buena fe del presidente Obama garantice un futuro estable
y tranquilo para todos ellos, aun teniendo la cifra record de deportaciones en
2012 (400 mil).
En este caso, el problema no solo es de los “gringos” pues
con todo y su fobia por nosotros los mexicanos a final de cuentas necesitan
personas que hagan el “trabajo sucio”.
También es una situación de política interior mexicana, de
problemas que se han quedado en el tintero, de voces que no se escuchan en las
altas esferas, de historias que venimos arrastrando y que se relacionan con la
nota de ocho del pasado martes, la cual intenta remediar (desde su trinchera)
la situación de esas personas que buscaron el sueño americano; pero el
epicentro del problema se genera del lado azteca del río.
Todas las razones por las cuales huimos, todas las que usted
busque, están ligadas a la falta de empleo local, a la falta de oportunidades para
desarrollarse, a la falta de seguridad social, de educación, a los crecientes
índices de pobreza, y si, al descuido que tienen los gobiernos con sus gobernados,
a tanta y tanta demagogia, lo cual orilla a que los vecinos implementes planes
emergentes para saber qué van a hacer con seis millones de mexicanos.
Pero en esos planes, porque a fin de cuentas su estatus en
este momento es eso, “planes” para legalizar a todos los extranjeros
indocumentados en la tierra del tío Sam, hay unas letras pequeñas que debemos observar.
“No es un regalo ni una amnistía, es la gestión de un
permiso de trabajo y un estatus probatorio en el país, y después de un tiempo
tendrán la oportunidad para aplicar por una green card”. (senador Marco Rubio
Republicano por Florida)
Además de que me tengo que formar en la fila, no tener
antecedentes penales, pagar una multa, pagar impuestos y aprender inglés.
La imagen para la historia, Las Vegas Nevada, escuela
secundaria donde la mayoría de su población es latina, un presidente de padre
Keniano, millones de indocumentados esperando la oportunidad de cumplir su sueño,
ser americanos…. ¿A caray, entonces nosotros a qué continente pertenecemos?
¿Acaso estamos recuperando lo perdido por Don Antonio?
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