jueves, 10 de enero de 2013

DE TEXTOS


De la lectura obligada al retrato de la realidad

Se imagina que afortunadas aquellas personas que pueden o pudieron sentarse frente a un escritor y charlar sobre su obra.

La lectura obligada en el aula a cualquier nivel, como exigencia para acreditar una asignatura, como un requisito más en la planeación de clase a dejado al país sin verdaderos lectores.
No solo es la preferencia de la audiencia por los discursos audiovisuales de bajo contenido intelectual y en valores, sin tomar estos términos como selectos o exclusivos de cierto segmento de la sociedad, sino como elementos indispensables para el desarrollo y crecimiento del ser humano.
No nada más los acontecimientos denominados “cortinas de humo” son los que distraen nuestra atención y nos alejan de la lectura, dentro de las mismas instituciones educativas se propicia ese disgusto por leer.
Un docente que no cumple con el perfil para impartir materias relacionadas con el análisis literario, con la comprensión de textos, la petición de desarrollar lectura a velocidad y la falta de interés por los libros (físicos o digitales) en niños y jóvenes hacen que se diluya el habito de la lectura por convicción.

El pasado lunes 7 de enero se cumplieron 27 años de la muerte de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno JUAN RULFO y atinadamente el Canal 22 transmitió un homenaje titulado “El Realismo mágico de Rulfo”.
En una entrevista realizada por el periodista Enrique Santos para “El Tiempo” el 16 de diciembre de1966 en la ciudad de Bogotá Colombia, el autor de Pedro Páramo señaló que  “el escritor tiene la misión conjunta de plantear problemas sociales y de hacer obra de arte, los problemas sociales –afirma- se pueden plantear de una manera artística. Es difícil evadir de una obra un problema social, porque surgen estados conflictivos, que obligan al escritor a desarrollarlo. 
Pedro Páramo no tiene origen -dice Rulfo-. Es una de esas cosas que se le ocurren a uno. Producto de la imaginación. Allí utilizo la técnica del contrapunto, porque están rotos el tiempo y el espacio. Es decir, los personajes son todos muertos y los muertos no ocupan lugar en el espacio, ni en el tiempo.”

Y entonces, tenemos a los adolescentes de secundaria, a los jóvenes de prepa y licenciatura tratando de entender la obra del Maestro Rulfo a través de la óptica hermenéutica de sus docentes sin siquiera saber si dicho análisis es correcto o no y según quién.

Desafortunadamente, y lo plasmo con conocimiento de causa, las nuevas generaciones están cada vez más alejadas de nombres como el del mexicano homenajeado, la razón insisto, el alto consumo mediático pero también el débil andamiaje que presentan las instituciones educativas en materia de fomento a la lectura.

Le invito a que en este momento haga usted este ejercicio, pregunte a la persona que está a su lado si identifica alguno de estos nombres, pero tenga cuidado no le vayan a responder que son nombres de avenidas, bibliotecas y centros educativos.
Rosario Castellanos, Octavio Paz, Elías Nandino Vallarta, Jaime Sabines Gutiérrez, Ramón López Velarde, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Amado Nervo, Ignacio Manuel Altamirano, Juan José Arreola, José Vasconcelos, Federico Gamboa, José Emilio Pacheco, Alfonso Reyes, Fernando del Paso, José Gorostiza, Salvador Novo, Elena Garro entre mucho otros…

DE TEXTOS


Nuestro orgullo, el Maratón

Estamos a punto de terminar un periodo del año donde las celebraciones acaparan la atención de todos nosotros. Cómplices de los medios, de las tradiciones, envueltos en aquel inconsciente colectivo de “Carl Gustav Jung” que postula la existencia de contenidos psíquicos inconscientes comunes a toda la sociedad y que no tienen su origen en la experiencia individual sino en la trasmisión hereditaria, cómplices de todo lo que a usted se le ocurra pensar, nos visualizamos con orgullo como un pueblo alegre, a pesar de los tiempos que padecemos, somos “ocurrentes y jocosos”, esas ocurrencias que en algunos casos se convierten en hechos irresponsables que no nos dejan nada bueno. ¿Le suena familiar el ya famoso y aclamado “maratón Guadalupe Reyes”?.

Concebido como una manera de celebrar, como una broma, refleja nuestro sentir y nuestro pensar con relación a estas fechas. En 2012, cuando dio inicio este “maratón” escuché a un sacerdote advertir a sus feligreses femeninas que cuidaran a sus maridos para que no gastaran el aguinaldo en bebidas embriagantes, en ese mismo evento un líder sindical dijo que esperaba ver de regreso a sus agremiados menos “crudos” que en años anteriores.

Entonces el “maratón Guadalupe Reyes” Es como tener permiso en el “inconsciente colectivo” para que del 12 de diciembre al 6 de enero los habitantes de este país podamos tomar alcohol sin restricción. Los publicistas ocupan la frase, en los noticiarios dan el “parte” de cómo va trascurriendo el maratón, todos sabemos su significado y la tomamos así, ocurrentes y jocosos.
Aclaro, no es un artículo moralista, ni siquiera pretendo una reflexión en el lector sobre la manera en que celebra estas fechas, sino la forma tan fácil que tenemos de distraernos del entorno y sus acontecimientos.
Siempre nos ha pasado, haga memoria de los acontecimientos decembrinos que pasan durante el maratón.

Recuerde qué pasó el primero de enero de 1993, un año antes de que los neo zapatistas irrumpieran en el escenario nacional, que dicho sea de paso y a manera de breviario (cultural) según una entrevista que hizo el Canal 6 de Julio a Marcos, su aparición estaba planeada para el 28 de diciembre pero por ser día de los Santos Inocentes nadie les iba a creer. Regresando al primero de enero de 1993, Hace veinte años nació el “Nuevo Peso” que no era más que la aprobación del Congreso en 1992 de recortar o quitar tres ceros a la moneda, según esto para facilitar las transacciones pues estábamos a punto de firmar el Tratado del Libre Comercio entre los Estados Unidos y Canadá.

Un disfraz para la inflación, se imagina, ahora pagaríamos seis mil pesos por usar el transporte urbano en esta ciudad, o cinco mil pesos la hora de estacionamiento en los centros comerciales. ¿Recuerda usted alguna manifestación social que haya expresado el desacuerdo por esta medida? Sin duda estábamos participando en el maratón “Guadalupe Reyes”.

El error de diciembre en los primeros días del presidente Zedillo, la masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997 entre otros acontecimientos, mientras nosotros en pleno maratón.
Será que en esta época del año no tenemos temporada de futbol soccer, ni algún deporte nacional o acontecimiento de talla magistral que distraiga la atención del respetable, mas que la navidad, el cómo gastar el aguinaldo y el gustado y famoso maratón “Guadalupe Reyes” que todo lo puede y a todos nos salva de padecer nuestra realidad.


DE IMÁGENES